Desde hace ya varios días, ya se ha puesto en funcionamiento la maquinaria promocional de Universal/Mercury en favor de la edición especial del legendario, pero a la vez (y en vista de la que se nos viene encima) machacón, álbum de Mike Oldfield "Tubular Bells". Nunca está de más intentar acercar más de lo mismo a la gran masa social, aunque viendo lo ya comentado anteriormente en otro post del blog, me pregunto si merecerá realmente la pena. ¿Creen de verdad que van a poder vender millones de copias de estas campanas que ya huelen a quemado? Eso sí, el "666" les ha quedado cojonudo... cómo saben del impacto mediático de "El Exorcista"... Se creen que con eso ya tienen garantizado un puesto en la historia, cuando ese hito ya se consiguió en 1973. Repetirlo de nuevo de forma subliminal no deja de ser una operación de marketing nada original, presuntuosa y sin capacidad para la sorpresa.
Quasimodo hace tiempo que dejó su puesto en la catedral de Nôtre Dame de Paris creyendo que Mike Oldfield ocuparía su lugar. Ya lo parecía después de tantas campanas tubulares a tutiplén.
Ahora que se ha ido a vivir a las Bahamas, pocos apuestan por ver a un músico menos autocomplaciente y más preocupado por que las compañías de discos dejen de marear a los fans de siempre con reediciones y ediciones especiales llenos de CD, DVD, vinilos y MP3 por un tubo de un disco que siempre será como una losa en su carrera como músico, aunque le haya convertido a temprana edad en millonario. Ojalá ese tubo se cierre de una vez, por los dos extremos.
Menos un "Calypso Drums", ¿qué tal algún álbum inspirado en Andros, la mayor isla del archipiélago, Harbour Island, o Emerald Bay? Espero que las cálidas playas de este paradisíaco lugar le inspire a Mike Oldfield a realizar un disco en la línea de su último Music Of The Spheres.
Ya puestos, por si hay alguien que se haya dejado seducir por el tema, ahí va la dirección oficial de las reediciones tubulares: http://www.tubularbells2009.com/
Quasimodo hace tiempo que dejó su puesto en la catedral de Nôtre Dame de Paris creyendo que Mike Oldfield ocuparía su lugar. Ya lo parecía después de tantas campanas tubulares a tutiplén.
Ahora que se ha ido a vivir a las Bahamas, pocos apuestan por ver a un músico menos autocomplaciente y más preocupado por que las compañías de discos dejen de marear a los fans de siempre con reediciones y ediciones especiales llenos de CD, DVD, vinilos y MP3 por un tubo de un disco que siempre será como una losa en su carrera como músico, aunque le haya convertido a temprana edad en millonario. Ojalá ese tubo se cierre de una vez, por los dos extremos.
Menos un "Calypso Drums", ¿qué tal algún álbum inspirado en Andros, la mayor isla del archipiélago, Harbour Island, o Emerald Bay? Espero que las cálidas playas de este paradisíaco lugar le inspire a Mike Oldfield a realizar un disco en la línea de su último Music Of The Spheres.
Ya puestos, por si hay alguien que se haya dejado seducir por el tema, ahí va la dirección oficial de las reediciones tubulares: http://www.tubularbells2009.com/
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