Una semana justamente falta para cuando se decida si el voto de la mayoría surte su efecto en la 53ª edición del ya descafeinado festival de Eurovisión que este año se celebra en la ciudad serbia de Belgrado. Frente a un ecléctico número de intérpretes de lo más variopinto, entre ellos un muñeco representando a Irlanda (manda huevos), y donde abundan más temas de corte clásico (lo más granado del festival) como los que presentan a concurso Albania, Bélgica y la que abre el festival Israel, frente a los que pretenden dar espectáculo como el referido pollo de Irlanda y nuestro ¿representante? Rodolfo Chikilikuatre. De este personaje, mejor me callo lo que pienso. Posiblemente, personificándome en la figura de Risto Mejide sería todo lo imparcial posible y diciendo las verdades como puños: "Está bien reirse de uno mismo, y si es delante de miles de personas en un auditorio que esperan oir música, pues permítanme que en este caso aplauda a Chiki por ser tan atrevido, aunque no merezca ganar". Con esto lo digo todo.
La guinda al pastel televisivo lo pone Gisela que representará a Andorra defendiendo la canción "Casanova". Un caso aparte que habrá que considerar con sumo cuidado, cuando esperábamos que el público hubiese votado por alguien con el mismo carisma y buenas cualidades musicales, en lugar de sacar adelante este esperpento más cercano a los delirios de Buenafuente (del cual parte la historia de la canción), pero la decisión ya está tomada y solo queda levantar la ya laureada frase "Alea jacta est. O Caesar, morituri te salutant".
Para el que quiera conocer un poco más a todos los participantes, en la web oficial tenéis enlaces a todas y cada una de las canciones que optarán por el primer puesto.
No pienso perder el tiempo delante del televisor a ver el festival. Los tres años anteriores no lo hicimos, ni pensamos en casa hacerlo la noche del dia 24. Cada cual puede hacer lo que quiera. Hay que saber elegir. Y como alternativas frente al mediático bombardeo ofrecido por activa y por pasiva desde RTVE e Internet, mejor mirar para otro lado quien piense que no merece la pena contemplar tal espectáculo, pues después del dia siguiente, cuando todo pase y se diluya por el retrete de la memoria, ¿quién se acordará del Chiki Chiki y a su autor?
Las modas, tal como vienen, se van con la agonía del viento, empujadas en pos de una liberación mental tan funesta como las escapadas al borde del paroxismo. Por lo que, sin hacer apenas caso de la que tenemos encima, mejor ni sentirlas, por mucho que a algunos le duela. Pero es ley de vida. Ya lo decía Battiato en "Up patriots to arms":
"El imperio de la música se extiende alrededor,
cargado de mentiras.
Pongamos bajo llave al personal artístico y a la falsa cultura.
No tengo yo la culpa si existen espectáculos
con humo y rayos láser,
y el escenario está lleno de necios que se mueven."
Pues apliquémonos el cuento...
La guinda al pastel televisivo lo pone Gisela que representará a Andorra defendiendo la canción "Casanova". Un caso aparte que habrá que considerar con sumo cuidado, cuando esperábamos que el público hubiese votado por alguien con el mismo carisma y buenas cualidades musicales, en lugar de sacar adelante este esperpento más cercano a los delirios de Buenafuente (del cual parte la historia de la canción), pero la decisión ya está tomada y solo queda levantar la ya laureada frase "Alea jacta est. O Caesar, morituri te salutant".
Para el que quiera conocer un poco más a todos los participantes, en la web oficial tenéis enlaces a todas y cada una de las canciones que optarán por el primer puesto.
No pienso perder el tiempo delante del televisor a ver el festival. Los tres años anteriores no lo hicimos, ni pensamos en casa hacerlo la noche del dia 24. Cada cual puede hacer lo que quiera. Hay que saber elegir. Y como alternativas frente al mediático bombardeo ofrecido por activa y por pasiva desde RTVE e Internet, mejor mirar para otro lado quien piense que no merece la pena contemplar tal espectáculo, pues después del dia siguiente, cuando todo pase y se diluya por el retrete de la memoria, ¿quién se acordará del Chiki Chiki y a su autor?
Las modas, tal como vienen, se van con la agonía del viento, empujadas en pos de una liberación mental tan funesta como las escapadas al borde del paroxismo. Por lo que, sin hacer apenas caso de la que tenemos encima, mejor ni sentirlas, por mucho que a algunos le duela. Pero es ley de vida. Ya lo decía Battiato en "Up patriots to arms":
"El imperio de la música se extiende alrededor,
cargado de mentiras.
Pongamos bajo llave al personal artístico y a la falsa cultura.
No tengo yo la culpa si existen espectáculos
con humo y rayos láser,
y el escenario está lleno de necios que se mueven."
Pues apliquémonos el cuento...
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