35 Años de "Tubular Bells"

Hoy justamente se cumplen 35 años de la publicación a nivel mundial del álbum instrumental más importante del pasado siglo XX, el siempre emblemático "Tubular Bells", obra del maestro de Reading Mike Oldfield, quien diez días atrás ha cumplido años (55 años le contemplan y sigue tan... huraño, irritable y con pocas ganas de hablar como casi siempre... ver un casi irrepetible reportaje/entrevista que apareció publicado en el suplemento XL Semanal y que podéis ver reproducido a través del siguiente link: XL Semanal site.)

Cuando Mike gestó la idea de grabar este su primer disco en solitario, formaba parte de la banda The Whole World de Kevin Ayers. Es entonces y con la inestimable ayuda de su compañero y amigo, el compositor de vanguardia David Bedford, cuando va descubriendo su potencialidad y su familiaridad con todo tipo de instrumentos, cuando en el grupo era todo un genio tanto con el bajo (instrumento que dominaba a la perfección) como con la guitarra eléctrica. A partir de 1971, un poco cansado de los vaivenes del grupo de Kevin, Mike le pediría prestado una grabadora y usando un truco con el cual se podían superponer unas grabaciones sobre otras en la misma cinta de base (tapando con un trozo de cartón el cabezal de borrado del cassette), comenzaría a partir de ese momento a ir dando forma a sus inquietudes musicales, ideas que elucubraba en los estudios de grabación de la EMI mientras ensayaba con el grupo, y en su propia casa. Ideas sueltas que luego fue uniendo de forma rebuscada y que llegarían a ser las bases de su primer disco como solista, ideas de lo que luego sería su "Tubular Bells". Las demos se quedaron en esa cinta y fueron, muchos años después, recuperadas para la reedición en formato DVD-Audio del "Tubular Bells 2003".

Más adelante, con esas demos en la mano, Mike se presentó a cuantas compañías conocía: CBS, Harvest, Warner, Pye..., pero la respuesta de todas ellas siempre fue la misma: un "no" por respuesta, "no es comercial, no hay vocalistas, no hay baterías...". Pero eso no desalentó a Mike, hasta que conoció al dueño de una cadena local de compra-venta de discos en Londres, llamado Richard Branson. El mismo Branson quedó impresionado y entusiasmado por la vitalidad de aquel joven e intentó ayudarle con otros sellos discográficos, pero la ayuda prestada no le sirvió de nada, pues después de un año probando suerte, volvió a Branson con las manos vacías. Oldfield empezaba a perder la esperanza.

Tuvo que ser el propio Branson quien diera el paso decisivo, una decisión que le convertiría posteriormente en uno de los hombres más ricos del pais: convertirse en el director de su propio sello discográfico y con el nombre de su tienda "Virgin" (El nombre Virgin, según dijo Branson en una de sus biografías, proviene de un colega suyo cuando estaban haciendo un "brainstorming" sobre ideas de negocio. Le propuso "Virgin" debido a su significado -traducido del inglés significa "virgen"-, asociándolo con el hecho que eran todos nuevos en el negocio.) y con el siguiente lema "Immaculated records". Y así fue. Entre ambos y otros amigos lograron grabar de forma artesanal la obra. La grabación de TB se realizó en The Manor, una mansión-estudio (la primera de Inglaterra), en donde todos los involucrados en el proyecto pasaban los días ensayando y probando formas para plasmar las ideas de Oldfield. Pero esto no era fácil: Oldfield deseaba hacer una larga sinfonía con multitud de instrumentos sin la utilización de ordenadores. De esta forma descubrieron que bloqueando el cabezal de grabado en las grabadoras, podían hacer sonar varios instrumentos unos encima de otros. Esto fue algo muy importante, ya que Oldfield toca prácticamente todos los instrumentos en el disco.

De esta manera, y tras lograr superar los problemas principales de grabación, el disco salió a la venta. Cuando Virgin publica el disco el 25 de mayo de 1973, nadie pensó en el enorme éxito que vendría después. Todo lo demás ya es de sobra conocido por todos.

"Tubular Bells" permaneció 245 semanas en las listas de ventas, y 13 entre los diez primeros (nº 1 en casi todas). Solo su siguiente disco "Hergest Ridge" le desbancaría de ese primer lugar, siendo relegado al segundo pero para volver después al primero varias semanas más tarde. Cuando su secuela de 1993 (Warner Music) fue publicada y presentada desde el castillo de Edimburgo en Escocia, volvió a aparecer en los charts.

Y es que las ventas de este disco fueron espectaculares: se han registrado hasta la fecha unos 16 millones de copias vendidas en todos el mundo, con un mercado especialmente fiel en Europa. A la calidad y originalidad de la obra, ayudó el hecho de que varios extractos del disco (el más famoso es el de los primeros segundos de la primera parte) fueron incluidos en la banda sonora de la película "El Exorcista". Sin embargo, esto se hizo sin el consentimiento del propio Oldfield, pues se trató de una de las estrategias de marketing de Richard Branson.

Tubular Bells llegó inmediatamente al número uno de las listas de más vendidos, y permaneció en ella durante muchos meses. Pero este hecho no tuvo precisamente buenas consecuencias para Oldfield. El éxito arrollador con el que se encontró a tan temprana edad, junto con el hecho de haberse convertido en millonario (y haber hecho rico también a su jefe Richard Branson, que a partir de ahí pudo crear el gran "imperio Virgin"), le provocó una crisis de personalidad. Huidizo, se escondió, canceló y negó entrevistas y, por decirlo de alguna manera, desapareció del mundo. Oldfield estaba triste. Al hecho de que su madre muriera tempranamente debido a una enfermedad, y el mal ambiente familiar que le tocó vivir, le causaron un complejo de inferioridad.

Años después, y gracias a diversas terapias, Oldfield cambió completamente, mostrándose a todo el mundo, y de una manera mucho más feliz.

CURIOSIDADES:

La sección "The Piltdown Man" tiene una lógica explicación, como se puede comprobar leyendo el siguiente fragmento recogido de la web http://tubular.net/: "Piltdown man - The 'caveman' vocals that are on part two at 11:55. Mike had recorded all the instruments on this section, but thought it needed something more...just nobody was sure quite what. As a crazy idea had after drinking rather a lot of whisky down at the pub local to The Manor (according to one interview...another says that Mike found the whisky in the cellar of The Manor), they ran the tape at a lower speed while Mike shouted and screamed drunkenly into the microphone. With this, the caveman was born. Piltdown man refers to a famous archaeological hoax done with parts of human and monkey skulls put together, which were claimed to be the 'missing link' between man and ape."

La versión que se escucha del "Sailor's Hornpipe" al final del disco, tendría una parte más íntegra en la remezcla del álbum para el recopilatorio "Boxed", único lugar donde podemos escuchar todo lo que ocurre, con la voz de Vivian Stanshall en un estado tal de embriaguez y recorriendo las estancias de los estudios The Manor y actuando como si de un guía turístico se tratase, mientras que Mike y Tom Newman le acompañaban con sus guitarras.

Por último, comentar que el nombre de trabajo del "Tubular Bells" recibió varios títulos provisionales, tales como "Opus One", "Breakfast In Bed" e incluso "Starting Breakfast", como quería llamarlo Richard Branson. Sin embargo, se decidió finalmente por el otorgado inicialmente y con el que encumbraría a su compositor hasta cotas impensables para él.