Ayer fue una noche que no se me olvidará nunca. Fue la noche en que pude ver y escuchar por primera vez (y espero que no sea la última) a los fantásticos italianos Premiata Forneria Marconi, igualmente conocidos por su acrónimo PFM. Además de que fue el dia de mi santo, pude vivir cumplido un sueño: estar cerca de uno de mis grupos favoritos del rock progresivo en un concierto memorable, aunque no exento de algunos pequeños fallos (a nivel técnico) que para nada entorpecieron el disfrute de su música.
El marco incomparable para ello era el Castillo - Palacio de los Rivera en pleno centro de la villa de Bornos, en la provincia de Cádiz, con ocasión de la celebración del 30 Aniversario de su Festival Lago de Bornos en el que han aglutinado bandas de rock de todo signo, con un renombre tanto nacional como internacional, entre los cuales cabe mencionar los holandeses Focus, Gwendal, Alameda, Cai, Guadalquivir, Imán (Califato Independiente), Mezquita, Bloque, Topo y Asfalto.
Para este año contaban con la presencia de dos grupos de ámbito regional pero con una buena proyección, Glazz y Triunvirato; este último, con una larga experiencia y consolidada carrera comenzada en la década de los 80. Junto a ellos, a quienes yo quería ver por encima de todo: los Premiata Forneria Marconi.
Llegué junto con un amigo en coche después de hora y media de carretera desde Algeciras bien temprano, con algo más de dos horas por delante antes del comienzo oficial del evento. Cuando bajamos del coche y nos aproximamos al castillo-palacio, apenas había gente en la puerta de entrada y por casualidad vimos salir en una furgoneta blanca acristalada a los miembros de Premiata Forneria Marconi que acababan de realizar sus ensayos y pruebas de sonido del recinto. Reconocí enseguida a Franco Mussida, por su melena ya canosa (los años no perdonan), sentado en el asiento delantero al lado del conductor. Los demás, apenas pude reconocerlos tras los cristales tintados del vehículo, pero seguro que allí también estaban el carismático cantante y principal batería Franz di Cioccio, el teclista y violinista Lucio Fabbri, el bajista de origen belga Patrick Djivas y el nuevo teclista del grupo, tras la marcha de Flavio Premoli, cuyo nombre actualmente desconozco así como el del segundo batería que acompaña a la banda en sus giras. Luego de buscar por Internet sus identidades, encuentro son Gianluca Tagliavini y Piero Monterisi, respectivamente.
Lo que no nos esperábamos era el tremendo calor que hacía en la zona, probablemente a las 19:30 cuando llegamos la temperatura rozaba los 40º. Tras un paseo hasta el pantano, lleno hasta arriba, a la vuelta entramos en un bar con aire acondicionado y rociamos nuestras gargantas con refrescantes bebidas y no salimos de allí hasta pasado una hora aproximadamente, ya rondando las 21:00 h. Aún hacía calor, pero era más soportable.
Esperamos pacientemente hasta bien entrada las 21:40 cuando decidimos entrar y situarnos dentro del castillo palacio. En un lateral, justo al entrar, una barra de bar para quien quería comprarse un refresco y avituallarse con bocadillos. Cerca de la entrada, una chica se encargaba de vender las entradas y recoger las que se compraban por anticipado. Este amigo con quien vine se encargó de los trámites para tener nuestras entradas ya pagadas con anterioridad al evento. Por supuesto, le pagué la mía. ;)
Al entrar, había un grupo, posiblemente amateur, tocando o ensayando varias canciones, animando tal vez a los que poco a poco íbamos accediendo al recinto. Tocaban canciones muy del estilo de los 60, y entre las últimas pude reconocer algunas de ellas: "Pipeline", "Misirlou", "Apache"... No sabíamos quiénes eran, pero no nos importaba apenas. Ya se acercaba el momento. Una cosa que notamos, y creo que todos los que estuvieron allí (hasta cerca de 500 personas he podido calcular), era que la calidad de sonido no era del todo notable: además de un gran volumen, notábamos una cierta distorsión y los punteos no se oían claramente, al menos yo mismo que estaba más cerca del escenario junto con otras personas. Esto fue durante todo el evento, independientemente de la ecualización elegida por cada grupo para sus instrumentos. Asimismo, durante la actuación de Premiata Forneria Marconi, ocasionalmente un grupo de altavoces fallaba y el sonido se hacía casi insoportable que ha habido momentos que tuve que taparme los oidos. Ya sé que el rock es así, pero una cosa es oir música y otra cosa bien distinta es oir el sonido algo distorsionado y a tantos decibelios. No me malinterpretéis mal, mis oidos no pueden soportar un volumen demasiado alto.
Por cierto, espero que los vecinos de los alrededores hayan aguantado estoicamente todo el tinglado montado hasta bien entrada la madrugada.
Y llegó el momento: comenzó el Festival Glazz, un trio de músicos que hacían un rock progresivo instrumental algo apabullante y con ínsuflas de grupos como King Crimson. Tres jóvenes músicos del Puerto de Santa María unidos bajo el emblema de las músicas de fusión. Rock, funk, progresivo, jazz, sicodelia, ritmos aflamencados, etc.
El sonido del grupo, consistente y llamativo, aunque totalmente desconocido para mí. Como es natural, me tiene que gustar tras varias escuchas, o tal vez no. En cuanto tenga o disponga de alguna grabación de este conjunto en breve, podré dar una mejor opinión de ellos y hasta valorar su trabajo. Su concierto se prolongó durante prácticamente una hora y cuarto, formado por varias piezas de larga duración y gran poder de conjunto, salvo algún pequeño percance con una guitarra eléctrica que tuvo que ser cambiada por otra al comienzo de uno de sus temas. La simpatía es uno de sus dones, y de vez en cuando tocaba soltar alguna que otra gracieta para regocijo de sus incondicionales. Su look desenfadado era más que patente.
El siguiente video no pertenece al concierto de ayer, pero es una buena piedra de toque para que los conozcáis mejor:
Tras su despedida, tocaba reponer fuerzas a los puestos de avituallamiento. Bebidas y bocatas para dar y tomar, por supuesto pasando por caja, que la música puede ser gratis según en qué circunstancias, pero las cosas de comer, no. Y a esperar algo más de 20 minutos hasta el momento más esperado de la noche: escuchar a los PFM. Las luces del escenario daban la bienvenida al legendario grupo, mientras los asistentes les vitoreábamos enfervorizados.
De entrada, nos obsequiaron con uno de sus temas más emblemáticos Appena un po' perteneciente a su segundo disco oficial de estudio Per Un Amico, igualmente conocido por su posterior versión en inglés River Of Life, incluido este último en el disco Photos Of Ghosts, que al igual que otro de sus discos conteniendo material nuevamente grabado y cantado en inglés The World Became The World fueron comercializados por RCA/BMG o el sello Manticore con el propósito de llegar a alcanzar otros mercados, incluyendo el anglosajón. Tras este gran inicio, fueron desgranando con una coordinación digna de elogio muchos de sus temas más conocidos, la mayoría en su idioma vernáculo: Il Banchetto, L'isola Di Niente, Dolcissima Maria, La Luna Nuova, Dove... Quando, La Carroza Di Hans; Harlequin, Out Of The Roundabout (ambos temas estos dos últimos sacados de su álbum Chocolate Kings)y una canción compuesta por un gran ilustre amigo del grupo, Fabrizio De André. Asimismo, Franco Mussida nos regaló a nuestros oidos una genial muestra de su capacidad interpretativa en un recogido solo con la guitarra acústica, bajo la atenta mirada de los focos del escenario y de los presentes. Posiblemente el tema que interpretó fuese "Peninsula", aunque no lo puedo saber con certeza.
Por supuesto, el bajista Djivas nos ofreció además un particular y espectacular solo en medio de la larga noche y bajo la ténue luz de los focos, hasta que nos invitó a participar de otro de los temas más representados en sus conciertos: Maestro Del Voce, del álbum Suonare Suonare.
Web oficial de PFM (Premiata Forneria Marconi):http://www.pfmpfm.it/ Quiero añadir al post unos videos que nos recuerden que este grupo tuvo su mayor proyección internacional durante los años 70, a fin de que tengamos muy presente que por muy mal que estén los músicos por lo general con la que está cayendo en todas partes a consecuencia de las descargas musicales y otras historias, la memoria colectiva es mucho más fuerte que los intereses particulares de las discográficas pretendiendo vendernos el oro y el moro con una nueva generación de artistas que no convencen apenas nada a nadie.
El marco incomparable para ello era el Castillo - Palacio de los Rivera en pleno centro de la villa de Bornos, en la provincia de Cádiz, con ocasión de la celebración del 30 Aniversario de su Festival Lago de Bornos en el que han aglutinado bandas de rock de todo signo, con un renombre tanto nacional como internacional, entre los cuales cabe mencionar los holandeses Focus, Gwendal, Alameda, Cai, Guadalquivir, Imán (Califato Independiente), Mezquita, Bloque, Topo y Asfalto.
Para este año contaban con la presencia de dos grupos de ámbito regional pero con una buena proyección, Glazz y Triunvirato; este último, con una larga experiencia y consolidada carrera comenzada en la década de los 80. Junto a ellos, a quienes yo quería ver por encima de todo: los Premiata Forneria Marconi.
Una calle de Bornos
Llegué junto con un amigo en coche después de hora y media de carretera desde Algeciras bien temprano, con algo más de dos horas por delante antes del comienzo oficial del evento. Cuando bajamos del coche y nos aproximamos al castillo-palacio, apenas había gente en la puerta de entrada y por casualidad vimos salir en una furgoneta blanca acristalada a los miembros de Premiata Forneria Marconi que acababan de realizar sus ensayos y pruebas de sonido del recinto. Reconocí enseguida a Franco Mussida, por su melena ya canosa (los años no perdonan), sentado en el asiento delantero al lado del conductor. Los demás, apenas pude reconocerlos tras los cristales tintados del vehículo, pero seguro que allí también estaban el carismático cantante y principal batería Franz di Cioccio, el teclista y violinista Lucio Fabbri, el bajista de origen belga Patrick Djivas y el nuevo teclista del grupo, tras la marcha de Flavio Premoli, cuyo nombre actualmente desconozco así como el del segundo batería que acompaña a la banda en sus giras. Luego de buscar por Internet sus identidades, encuentro son Gianluca Tagliavini y Piero Monterisi, respectivamente.
Lo que no nos esperábamos era el tremendo calor que hacía en la zona, probablemente a las 19:30 cuando llegamos la temperatura rozaba los 40º. Tras un paseo hasta el pantano, lleno hasta arriba, a la vuelta entramos en un bar con aire acondicionado y rociamos nuestras gargantas con refrescantes bebidas y no salimos de allí hasta pasado una hora aproximadamente, ya rondando las 21:00 h. Aún hacía calor, pero era más soportable.
Esperamos pacientemente hasta bien entrada las 21:40 cuando decidimos entrar y situarnos dentro del castillo palacio. En un lateral, justo al entrar, una barra de bar para quien quería comprarse un refresco y avituallarse con bocadillos. Cerca de la entrada, una chica se encargaba de vender las entradas y recoger las que se compraban por anticipado. Este amigo con quien vine se encargó de los trámites para tener nuestras entradas ya pagadas con anterioridad al evento. Por supuesto, le pagué la mía. ;)
Al entrar, había un grupo, posiblemente amateur, tocando o ensayando varias canciones, animando tal vez a los que poco a poco íbamos accediendo al recinto. Tocaban canciones muy del estilo de los 60, y entre las últimas pude reconocer algunas de ellas: "Pipeline", "Misirlou", "Apache"... No sabíamos quiénes eran, pero no nos importaba apenas. Ya se acercaba el momento. Una cosa que notamos, y creo que todos los que estuvieron allí (hasta cerca de 500 personas he podido calcular), era que la calidad de sonido no era del todo notable: además de un gran volumen, notábamos una cierta distorsión y los punteos no se oían claramente, al menos yo mismo que estaba más cerca del escenario junto con otras personas. Esto fue durante todo el evento, independientemente de la ecualización elegida por cada grupo para sus instrumentos. Asimismo, durante la actuación de Premiata Forneria Marconi, ocasionalmente un grupo de altavoces fallaba y el sonido se hacía casi insoportable que ha habido momentos que tuve que taparme los oidos. Ya sé que el rock es así, pero una cosa es oir música y otra cosa bien distinta es oir el sonido algo distorsionado y a tantos decibelios. No me malinterpretéis mal, mis oidos no pueden soportar un volumen demasiado alto.
Por cierto, espero que los vecinos de los alrededores hayan aguantado estoicamente todo el tinglado montado hasta bien entrada la madrugada.
Y llegó el momento: comenzó el Festival Glazz, un trio de músicos que hacían un rock progresivo instrumental algo apabullante y con ínsuflas de grupos como King Crimson. Tres jóvenes músicos del Puerto de Santa María unidos bajo el emblema de las músicas de fusión. Rock, funk, progresivo, jazz, sicodelia, ritmos aflamencados, etc.
El sonido del grupo, consistente y llamativo, aunque totalmente desconocido para mí. Como es natural, me tiene que gustar tras varias escuchas, o tal vez no. En cuanto tenga o disponga de alguna grabación de este conjunto en breve, podré dar una mejor opinión de ellos y hasta valorar su trabajo. Su concierto se prolongó durante prácticamente una hora y cuarto, formado por varias piezas de larga duración y gran poder de conjunto, salvo algún pequeño percance con una guitarra eléctrica que tuvo que ser cambiada por otra al comienzo de uno de sus temas. La simpatía es uno de sus dones, y de vez en cuando tocaba soltar alguna que otra gracieta para regocijo de sus incondicionales. Su look desenfadado era más que patente.
El siguiente video no pertenece al concierto de ayer, pero es una buena piedra de toque para que los conozcáis mejor:
Tras su despedida, tocaba reponer fuerzas a los puestos de avituallamiento. Bebidas y bocatas para dar y tomar, por supuesto pasando por caja, que la música puede ser gratis según en qué circunstancias, pero las cosas de comer, no. Y a esperar algo más de 20 minutos hasta el momento más esperado de la noche: escuchar a los PFM. Las luces del escenario daban la bienvenida al legendario grupo, mientras los asistentes les vitoreábamos enfervorizados.
De entrada, nos obsequiaron con uno de sus temas más emblemáticos Appena un po' perteneciente a su segundo disco oficial de estudio Per Un Amico, igualmente conocido por su posterior versión en inglés River Of Life, incluido este último en el disco Photos Of Ghosts, que al igual que otro de sus discos conteniendo material nuevamente grabado y cantado en inglés The World Became The World fueron comercializados por RCA/BMG o el sello Manticore con el propósito de llegar a alcanzar otros mercados, incluyendo el anglosajón. Tras este gran inicio, fueron desgranando con una coordinación digna de elogio muchos de sus temas más conocidos, la mayoría en su idioma vernáculo: Il Banchetto, L'isola Di Niente, Dolcissima Maria, La Luna Nuova, Dove... Quando, La Carroza Di Hans; Harlequin, Out Of The Roundabout (ambos temas estos dos últimos sacados de su álbum Chocolate Kings)y una canción compuesta por un gran ilustre amigo del grupo, Fabrizio De André. Asimismo, Franco Mussida nos regaló a nuestros oidos una genial muestra de su capacidad interpretativa en un recogido solo con la guitarra acústica, bajo la atenta mirada de los focos del escenario y de los presentes. Posiblemente el tema que interpretó fuese "Peninsula", aunque no lo puedo saber con certeza.
Franco Mussida
Patrick Djivas
Franz di Cioccio dio también muestras ya no solo de su gran calidad como primer batería del grupo, siempre enorme, sino que estuvo al frente de la parte vocal en muchas de las canciones ofrecidas a la audiencia, acompañando a Messida y Fabbri a las voces. Su actuación y versatilidad sobre el escenario, soberbias y con la simpatía propia de alguien tan campechano como él. Pudimos vibrar con él en varias ocasiones, acompañando al grupo con nuestras ruidosas voces e incluso en el medley final, que puso un gran broche a su indiscutible actuación. Pensábamos que nos iban a dejar con la miel en los labios sin tocar algunas otras piezas famosas cuando creímos que iban a abandonar el escenario tras dos horas intensas de concierto. Aun faltaba lo mejor: Impressioni Di Settembre y E' Festa. Los que estábamos de pie, yo incluido, vibramos sin parar con la última canción de su repertorio: unos bailaban, otros coreábamos las letras o simplemente replicamos las voces de Di Cioccio y compañía. Aquello supuso todo un climax, pues todos, con más o menos entusiasmo, estábamos enloquecidos con la potencia de sonido de los seis músicos. Yo quedé extasiado y ensimismado, pero al mismo tiempo ya notaba el cansancio y me retumbaban los oidos después de haber estado casi a seis metros del escenario, lo más cerca posible de uno de mis grupos de toda la vida para sacar las mejores fotos posibles, como las que habéis visto a lo largo de este post. Lo siento por Triunvirato, pero el cuerpo ya no aguantaba más después de estar más de dos horas y media de pie y nos fuimos de allí para ponernos en marcha de regreso a casa, cerca de las 2:30 de la madrugada. Ojalá tenga posibilidad de volver a verlos de nuevo, tal vez en otra ciudad, mientras el cuerpo aguante.Web oficial de PFM (Premiata Forneria Marconi):http://www.pfmpfm.it/ Quiero añadir al post unos videos que nos recuerden que este grupo tuvo su mayor proyección internacional durante los años 70, a fin de que tengamos muy presente que por muy mal que estén los músicos por lo general con la que está cayendo en todas partes a consecuencia de las descargas musicales y otras historias, la memoria colectiva es mucho más fuerte que los intereses particulares de las discográficas pretendiendo vendernos el oro y el moro con una nueva generación de artistas que no convencen apenas nada a nadie.
Sonido malo? yo lo oí perfectamente o estuve en otro concierto. Sonó muy bien. Algún nimio acople pero muy bien.
ResponderEliminarPues será que mi oido no está acostumbrado a tan alto volumen, y aparte yo me encontraba cerca del escenario, para poder tomar las fotos con más claridad. Me figuro que desde algo más lejos se escuchará incluso mejor, eso no lo niego. Todo depende del sitio donde se estuvo ayer en el concierto.
ResponderEliminarEl sonido desde detrás estuvo muy bien, las luces demasiado locas y los grupos fantásticos. Cerca del escenario es normal que sea insoportable.
ResponderEliminarEl bochornoso calor si era insoportable al estar el lugar cerrado con poca entrada de aire.
Me gustó el festival aunque el público no se callaba, pareciendo una tertulia más que un festival de progresivo.
Puntuación, un 8.
Eso sí, la poca gente que no paraba de hablar se les oia entre canción y canción. Si querían charlar, para eso están las terrazas... :lol: :lol:
ResponderEliminarEl festival carecía de asientos suficientes, para tantas horas era un cansancio muy grande. El sonido tuvo varios acoples de importancia no pequeños, a estos grupos no se les puede oir en un gallinero donde todos cacarean en vez de oir música. El lugar no me gustó por que era pequeño sufriendo la acústica considerablemente, en un lugar mas amplio se oiría mucho mejor. Era insufrible ver a Di Cioccio hacer el espectáculo circense al que nos tiene acostumbrados una y otra vez alargando Celebration hasta la extenuación. Esta gente saben venderse bien tienen tablas. En general el festival me ha parecido muy mediocre pues podría ganar mucho bajando el nivel de sonido y evitando parecerse al nivel de una verbena o feria, mas asientos y excasisimo publico indicador de que el tiron de estos grupos es excaso.
ResponderEliminarSaludos Neil.
en mi opinion el problema del sonido se produce poerque los encargados del sonido ( en general). van a lucir su equipo y sus baffles de subgraves.y para compensar ese abuso de graves le meten una caña a los medios y agudos bestial e innecesaria haciendo el sonido irreal y molesto.mas en ese precioso patio .un rato estuve mirando a la mesa de mezclas y estaban los leds picando el rojo casi todo el tiempo¿desde cuando el bordon de una guitarra acustica o la voz cuando hablaba tiene que sonar como un trueno? y no digamos el bajo o el bombo. un cero a los de la mesa.con triunvirato bajaron un poco el volumen y fue mejor.
ResponderEliminarPonerle pegas es querer negar que salio muy bien. Estuvo fenomenal desde los grupos al sitio, ire a los proximos festivales ya se que va buena musica. Ojala se repitiera mas a menudo que lo poquito que hay es para darle valor y dejarse de pijadas.
ResponderEliminarMas festivales de progresivo y menos pegas!!!
ResponderEliminarSi yo he disfrutado del concierto casi tanto como el resto. Lo del sonido fue tan solo una apreciación que puede ser tenida en cuenta o no. A mí me dio exactamente igual, porque estaba más pendiente de los temas que PFM interpretaba que de la calidad del sonido y eso para mí fue lo más importante de aquella noche, ¿o no? :)
ResponderEliminarY si no es mucho pedir a los organizadores, ¿qué tal para el año que viene traer a los alemanes Triumvirat? Por pedir que no quede. :mrgreen:
[...] parte del plato fuerte de aquella noche mágica y no me sentí defraudado en absoluto. De hecho, en su momento hice un amplio comentario de lo que vi aquí en el [...]
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