El "simpático" dirigente del PSOE, el secretario Pepe Blanco, no ha tardado en sacar su lengua viperina para soltar otra de sus "perlas": "Tengo un asco al Madrid que no lo puedo ni ver". Todo tiene su origen tras el derbi madrileño en el estadio Vicente Calderón entre el Atlético de Madrid y el vigente campeón, que se saldó con el resultado final de 1-2 a favor de los blancos.
Pero el derbi tuvo su parte extradeportiva cuando el propio vicesecretario general del PSOE, Pepe Blanco, fue destino de un comentario bromista sobre su camisa, con los colores del equipo colchonero. Todos conocen la simpatía de Blanco por el equipo de casa, por lo que no es de extrañar el comentario desafortunado que vino después y el cual saltó directamente a los medios.
La indignación entre los representantes de la entidad madridista fue considerable y no se conoce si ha trascendido algo más.
Pero, en fin, que la catadura moral de este personaje político ha quedado una vez más demostrada y el poco respeto que tiene por la deportividad, algo a fomentar hoy en día y sin embargo no es capaz de practicarla ni en política.
Si hay algo que se le puede pedir a Pepiño Blanco, es silencio. Y los comentarios sarcásticos, guardárselos bajo llave, pues a ver si va a decir luego que lo dijo con ironía y otros le pidan enmendar la plana. Aparte, se le debería pedir algo más que simple respeto, sino coherencia y también capacidad de autocrítica.
Para asco, la crisis mundial.
Fuente: 20minutos
Pero el derbi tuvo su parte extradeportiva cuando el propio vicesecretario general del PSOE, Pepe Blanco, fue destino de un comentario bromista sobre su camisa, con los colores del equipo colchonero. Todos conocen la simpatía de Blanco por el equipo de casa, por lo que no es de extrañar el comentario desafortunado que vino después y el cual saltó directamente a los medios.
La indignación entre los representantes de la entidad madridista fue considerable y no se conoce si ha trascendido algo más.
Pero, en fin, que la catadura moral de este personaje político ha quedado una vez más demostrada y el poco respeto que tiene por la deportividad, algo a fomentar hoy en día y sin embargo no es capaz de practicarla ni en política.
Si hay algo que se le puede pedir a Pepiño Blanco, es silencio. Y los comentarios sarcásticos, guardárselos bajo llave, pues a ver si va a decir luego que lo dijo con ironía y otros le pidan enmendar la plana. Aparte, se le debería pedir algo más que simple respeto, sino coherencia y también capacidad de autocrítica.
Para asco, la crisis mundial.
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