lunes, 25 de febrero de 2008

Vangelis - Mythodea (Music For The NASA Mission, 2001 Mars Odyssey) (2001)

mythodea

Tracklist:

1. Introduction
2. Movement 1
3. Movement 2
4. Movement 3
5. Movement 4
6. Movement 5
7. Movement 6
8. Movement 7
9. Movement 8
10. Movement 9
11. Movement 10







Mythodea, combinación de las palabras "Mito" y "Oda" (vagamente inspirado en los mitos griegos), es el antepenúltimo álbum de estudio editado por Vangelis hasta la fecha y a más de uno le ha dejado como mínimo desconcertado, puesto que el llamado "mago de los sintetizadores" resulta que en este disco apenas hace sonar ninguno. Se trata de una ampulosa "sinfonía coral", como él mismo la describe, que incorpora un coro de 120 personas, la London Metropolitan Orchestra con sus 75 maestros, 25 percusionistas, dos sopranos (las superestrellas Jessye Norman y Kathleen Battle), y por supuesto él y sus sintetizadores que como decimos apenas se hacen notar, si descontamos un oscuro tema introductorio inicial que será mejor escuchar con cascos y que incluye misteriosos efectos de poca monta para lo que el compositor nos tiene acostumbrados.

La obra (música oficial de la misión 2001 Mars Odyssey de la NASA), es en realidad una reedición de un concierto que tuvo lugar el 13 de julio de 1993 en el Herod Atticus de Atenas bajo el nombre casi idéntico de Mythodia pero con dos salvedades: fue compuesta con sintetizadores y las sopranos fueron Lucienne Deval y Markella Hatziano (la voz de "Glorianna", la impresionante aria electrónica del álbum Direct). Según comenta el propio autor en entrevistas, su nueva discográfica (Sony), se mostró interesada en el proyecto y de ahí que se rescatara del olvido. Dato curioso si tenemos en cuenta lo beligerante que el músico ha sido siempre con las discográficas, recordemos su lejana batalla con Philips, que retuvo durante un año su políticamente incorrecto 666 (1971), realizado junto a Aphrodite's Child, por problemas de censura, batalla que finalmente ganaría el griego aunque a costa de la disolución del grupo.

Pero volvamos sobre la quizá sorprendente decisión de recuperar la antigua Mythodia orquestándola (para lo que eligió al texano Blake Neely, con quien contactó a través de un amigo común, el conocido compositor de bandas sonoras Michael Kamen), y dejando como decimos, sus sintetizadores en un muy segundo plano. La explicación que en entrevistas da para ello es que el sonido de orquesta es más "generoso" y adecuado a este tipo de composición y sobre todo porque de esa manera se preserva la obra, que podría así ser interpretada en un futuro sin él presente. Aparte de esta importante novedad, se añade también un movimiento más (el 9), y se hacen algunos otros cambios menores en el resto de la composición. Además Sony, en el que iba a ser el primer trabajo del griego para la discográfica japonesa, tiró la casa por la ventana ya que patrocinó en parte un lujoso concierto que tendría lugar el 28 de junio de 2001 en el templo de Zeus Olímpico de Atenas, concierto que crearía una inmensa polémica por lo delicado de la ubicación y los enormes costes que supuso para el erario público (polémica en la que terciaron hasta el mismísimo Mikis Theodorakis, contrario al mismo y el ministro de cultura heleno defendiéndolo). Los días previos al concierto la prensa atacó duramente el proyecto pero finalmente Mythodea resultó un triunfo por su impecable factura y su majestuosa puesta en escena (doy fe de ello). El concierto sería meses después retransmitido por TV en bastantes países y recientemente ha salido un vídeo y un DVD, el primero que Vangelis edita, con un 'making of' de unos 20 minutos.

¿Y qué decir de la música? Mythodea podría definirse como un bello pero convencional pastiche de música clásica de los siglos XIX y XX (hay ecos del Gustav Holst de Los Planetas y el Carl Orff de Carmina Burana en los tramos más potentes, y del Debussy de La Mer en los más dulces), y nada más. No hay experimentación alguna, el objetivo parece ser simplemente hacer música hermosa y se consigue, que no es poco, pero posiblemente algunos fans esperaban más del vanguardista compositor. Quizá es que Vangelis ya está de vuelta de todo y lo único que le quedaba por hacer era esto, una obra íntegramente clásica, y de hecho al buen conocedor de la carrera del músico probablemente no le haya extrañado demasiado este nuevo trabajo.

Si echamos someramente la vista atrás nos encontraremos con que ya en 1972 realizó con la Orquesta de Luxemburgo una obra sinfónica inédita transcrita por los maestros al dictado de sus sintetizadores y veremos también cómo en su obra editada sus escarceos con la música clásica vienen igualmente de lejos. Así, en 1975 utilizó a la cantante de ópera Vana Veroutis en el álbum "Heaven And Hell" junto a celestiales coros y efectos orquestales, en una obra en la que sí se experimentaba con el mundo clásico haciéndole jugar con sonidos sintéticos en un extraordinario 'tour de force' que, pasando por Chariots Of Fire (1981), -escúchese su último corte-, llegaría a su máxima expresión en el ciclotímico Mask (1985), una verdadera batalla campal entre el mundo clásico y el electrónico. Después llegarían 1492 (1992), y El Greco (compuesto en 1995), donde, siguiendo la estela del equilibrado 'Chariots', los dos mundos dejan de contraponerse para fundirse en excelentes composiciones que, aun siendo claramente electrónicas, reflejan un espíritu clásico sin por ello olvidar una cierta vanguardia. El siguiente paso iba a ser reproducir a pies juntillas la música clásica con sintetizadores. Vangelis lo va haciendo progresivamente, (pondremos sólo algunos ejemplos), así, en la mini-ópera nunca editada Antigona (1991), de nuevo con la Hatziano, similar en planteamiento a Mythodia, en el 'remake' totalmente clásico que hace del famoso tema "Hymne" en el 91 (editado en el recopilatorio Portraits), o en parte de la música que compone para las ceremonias de las competiciones atléticas de la IAAF celebradas en Atenas en el 97 (el himno de la IAAF, compuesto por él y estrenado ese mismo año es una composición totalmente clásica, así como el tema "March With Me" compuesto para la ocasión y cantado por nuestra Montserrat Caballé y su hija, Montserrat Martí).

La máxima expresión de ese 'crossover' a la inversa serían las composiciones olímpicas que, de cara a los juegos de Atenas del 2004 (cuya dirección artística se le encomienda), ha venido realizando, concretamente la música para la presentación del emblema olímpico y la composición para la ceremonia de entrega de la bandera olímpica en Sydney 2000, ambas de nuevo, totalmente clásicas, de una originalidad nula y realizadas con sintetizador. El paso más lógico (y honesto), es ya recurrir a una orquesta de verdad para componer una obra, algo que tampoco es totalmente nuevo: ya en 1985, en la música que compone para el ballet Frankenstein: Modern Prometeus incorpora nada más y nada menos que un vals con orquesta incluida en mitad de una banda muy electrónica y vanguardista, y también es sabido, que en torno al 97 o quizá antes, Vangelis compuso de nuevo para Montserrat Caballé y Montserrat Martí una obra de formato similar a Mythodea (orquesta y coros), y temática ecológica de la que aún no se sabe fecha de edición. Y así es como llegamos a la obra que nos ocupa.

Obra arriesgada, que puede quedarse en mitad de ninguna parte al no llegar ni a los fans más electrónicos del griego ni a los más rancios amantes de la música clásica para los que Vangelis es aún demasiado "pop", Mythodea es una excitante incógnita a la que sin embargo nadie puede negar su buen puñado de momentos sublimes de intensa emotividad. Los fans más acérrimos la defienden diciendo que, aunque clásica, la música que se oye es tan 'vangelista' como la que más, ya que la implicación del músico en la misma ha sido total, hasta llegar a idear los sonidos que debían pronunciar las sopranos en cada momento (lo que cantan no responde a ningún idioma conocido). Para otros, en cambio, la indudable presencia del Vangelis compositor no compensa la ausencia del Vangelis intérprete.

Lo cierto es que Vangelis, aunque sigue publicando discos con bastante frecuencia, ya no alcanza el nivel musical exigible a un músico de su categoría, pero a pesar de esto, Vangelis no dejará de pasar a la historia de la música electrónica como uno de los clásicos de este ya pasado siglo XX y lo que esté por llegar en este XXI.

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1 comentario:

  1. Me encontré con esto.http://mx.youtube.com/watch?v=3dgMAbWWIzALa letra es en griego antiguo, y sería una invocación a Zeus.

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